Es la historia americana, el chaval que salió del ejército y que ante qué hacer en su futuro se decidió por montar un negocio que pasados los años se convertiría en la compañía de material deportivo más internacional, Nike.
"Un gran atleta, un gran anuncio y un gran producto", esta es la premisa bajo la que Phil Knight ha desarrollado su historia de éxito durante los últimos 50 años. Todo comenzó cuando tras conocer a Bill Bowerman un conocido entrenador de atletismo, decidió hacer el petate y volar hasta Japón para conocer la empresa Onitsuka y más adelante comprar los derechos de importación de su calzado en los EE.UU.
El primer lote llegó en 1964, fueron 300 pares de zapatillas que Phil Knight vendía al volante de su Plymouth mientras Bowerman trabajaba duro para perfeccionarlas. Los resultados no se hicieron esperar, y tras abandonar su relación con la firma nipona se decidieron a lanzar su propio producto. Lo bautizaron como Nike, la diosa griega de la victoria.
Con Steve Prefontaine gran corredor en los 70, con marcas como el 13,21 en el 5.000, descubrió el poder de la imagen de un atleta para popularizar la marca, circunstancia que llevó a la máxima expresión con la firma en 1985 de un contrato con un joven baloncestista llamado Michael Jordan.
El resultado fue que en una década Nike había logrado el modelo de zapatillas más vendido de la historia, (Air Jordan) y revolucionar la sponsorización deportiva. Los casos hoy de Cristiano Ronaldo, Rafa Nadal o Fernando alonso no son sino copias de aquel modelo introducido por Phil Knight a mediados de los 80.
Una gran historia de esfuerzo para una empresa que comenzó en el maletero de un coche que recorría las carreteras de California vendiendo zapatillas y ahora es un icono deportivo mundial.
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