Lo que primero pasa en Estados Unidos termina llegando más pronto que tarde a Europa, esa copia barata del consumismo liberal norteamericano aderezada con un poco de socialismo de salón. Pasó con las más grandes crisis económicas como el crack del 29 ó la actual, las olas que parten de el otro lado del atlántico llegaron en forma de tsunami a Europa y en sus costas se quedaron.
Igual que con la economía pasa con la sociedad, y si nos centramos en la distribución sectorial del PIB de EE.UU. podemos observar cómo la industria, el gran motor del despegue norteamericano durante todo el siglo XX y de la creación de la clase media tal y como hoy la conocemos desaparece como el agua en el desierto.
A la industria siempre se le ha considerado clave en el desarrollo humano de los países, sus características de mano obra cualificada y su creación de producto y de valor añadido le hacen mucho más imprescindible que el sector terciario, el predominante hoy en día en las sociedades avanzadas y que como bien sabemos no crea, no produce ningún bien tangible. Sólo da servicio, asesora, organiza ó piensa cómo producir mejor muy lejos de tus fronteras, allí es más barato.
Hace años teníamos muchas familias con un único sueldo digno que a través de los pequeños comercios de la zona creaban riqueza en su entorno, hoy esas empresas familiares de muebles se han convertido en los IKEA de turno y sus mesas Lack de 5 euros, donde la labor humana es remunerada ligeramente por debajo del salario mínimo y el beneficio se obtiene de vender a bulto.
Las tiendas de ultramarinos ó las librerías son ahora los Carrefour de los suburbios de nuestras ciudades, donde de los libros escolares no obtienen casi beneficio pero que con ese efecto reclamo llenan sus carritos de la compra dejando las librerías vacías.
Dentro de poco el salario medio, el trabajo medio, el técnico intermedio desaparecerán, la economía que les dio origen está desapareciendo y la pirámide de los sueldos ya sólo se ancha por el lado de las retribuciones muy altas y muy bajas. Este es el futuro, veremos en qué lado caemos.
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