En el día en el que se anuncia que la Seguridad Social ha terminado el año con un déficit de 668 millones de euros, creo que es un buen momento para comentar la importancia que tiene desde hace décadas este organismo para el conjunto de España.
Por hacer un poco de historia decir que el sistema probablemente más socialista, más igualitario de cobertura social tuvo sus orígenes en la última dictadura que ha vivido este país, parece curioso que los que un día obligaban a saludar con el brazo en alto y paseaban bajo palio montaran dicho sistema.
En aquel momento estuvo bien, el sistema de reparto estaba bien sustentado, los que trabajaban (que eran muchos) aportaban cada año para sufragar las pensiones de quienes cobraban (muy pocos). En ese momento la relación de aportantes estaba prácticamente en que 5 trabajadores aportaban y uno cobraba, el excedente iba para la hucha común, y esto es muy importante porque quiere decir que lo que tú aportas cada mes no es tuyo, ni se te guarda para tu momento de necesidad, sino que se guarda y se presupone que cuando lo necesites siempre habrá alguien que por ti cotice y te sustente tu prestación.
Hoy en día la cosa no es así por varios motivos, principalmente demográficos, el primero es que antes pocas personas superaban los 65 años y por lo tanto no todos percibían lo aportado, hoy en cambio no sólo la mayoría de las personas se jubilan a dicha edad sino que además son muchos los años que viven con una salud excelente gracias a los avances de la calidad de vida; el segundo es que la natalidad es muy inferior a los dos hijos que aseguran el relevo generacional y esto tiene graves consecuencias, para la seguridad social la principal es que la relación entre aportantes y perceptores es inferior a 2 a 1, o lo que es lo mismo, que casi cada uno de los aportantes sufraga la pensión de cada pensionista.
En el momento de crisis en el que nos encontramos la noticia de que 2011 ha sido un año deficitario es muy grave, ya que quizás signifique que hayamos adelantado el momento de no viabilidad de este sistema de seguridad social y tengamos que cambiar la mentalidad que tenemos que dice que nuestra pensión la pagará el estado. Sería una medida dura y no fácilmente entendible por algunos, pero desde luego evitará muchos problemas en el futuro el que cada uno sepamos que en nuestra jubilación quizás no haya aportante para nuestra pensión.
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