lunes, 24 de diciembre de 2012

Un año de Mariano Rajoy

Hace un año era investido como presidente del gobierno Mariano Rajoy, había ganas de cambio, de creer que las cosas se podían hacer de otra manera, de reducir los gastos superfluos del estado y las autonomías, de cerrar lo que no funciona y centrarse en lo que sí. Hoy la realidad es que no, que todo cambio estructural no ha existido y que toda medida no parece llevar más que a la destrucción de la clase media.



Nada más alcanzar el poder llegaron las primeras medidas, subida del IRPF, subida del Impuesto de bienes inmuebles, congelación del salario a los funcionarios y ampliación de su jornada laboral. El efecto de todas estas medidas fue muy escaso debido a que no son estos precisamente los impuestos que más aportan a las arcas públicas, si bien dejaron claro que durante la campaña electoral no se terminaron de concretar las medidas que el nuevo gobierno iba a tomar y que la frase "donde dije digo digo Diego" se convertiría en su nuevo lema de gobierno.

Ya que esto no permitió cuadrar las cuentas el siguiente golpe se lo dieron al IVA. Como si de un deja vú se tratase, uno puede volver a ver todos esos mítines, esas páginas web y esos llamamientos a la insubordinación fiscal contra el anterior gobierno que los dirigentes del PP montaron contra la subida de impuestos, ahora con ellos en el poder la medida no es un ataque contra la clase media del mal gobernante, tal y como la secretaria general del PP dijo, sino una medida de responsabilidad, así son todos ellos... de responsables y cínicos. La verdad es que todo esto lo podría referir de nuevo a la ley de amnistía fiscal, hecha para todos aquellos que no quisieron ayudar y que con sus capitales bajo el brazo y en dinero negro salieron de España rumbo a Suiza o Andorra, pero no quisiera repetir.

Los nuevos impuestos que están poniendo en marcha son temas como el copago sanitario, el copago en la justicia, la privatización de los hospitales públicos ( de tan buenos que son, como dice Esperanza Aguirre), y la reforma de la educación. Ahi es nada.

Hoy el presidente ha dicho que en 2014 empezaremos a crecer, lo que se le ha olvidado decir es qué haremos en 2013, año que empieza en 7 días y que por cercanía parece más importante, pero visto el grado de cumplimiento que se le observa al presidente al comunicar sus intenciones mejor dejarle en silencio y que vuelva a sorprender.

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