martes, 25 de septiembre de 2012

Cataluña por la independencia, o no.

Hoy en la sesión del Parlament de Cataluña, el President Artur Mas ha iniciado el proceso de disolución de las cortes catalanas para como él mismo ha dicho, "encarar un proceso de autodeterminación.



No será este el lugar que ponga en duda la capacidad popular para crear o dividir estados, pero creo que la mayoría de edad requiere de un análisis mucho más profundo que el derivado del intento de tapar una situación financiera insostenible motivada tanto por causas propias, como ajenas.

Queriendo dejar claro la dificultad del tema y las filias y fobias que puede generar, creo que la independencia de Cataluña tiene más puntos oscuros y de retroceso que luces que les lleven a un futuro más social y de progreso.

El primer punto y por eso creo que el más importante es el día después de la declaración de independencia, y es que ese nuevo estado tendría que renegociar todos y cada uno de los tratados europeos, con esos países, (Alemania, Holanda etc...) que les están llevando a la política de austeridad que ahora está tratando de ocultar y que tanto descontento genera en el pueblo de Cataluña. Eso sin olvidar al estado español, que con su derecho de veto tendría un arma de negociación poderosísima en cuanto a las asignaciones de deuda (derechos / obligaciones) con las que el nuevo estado nacería desde el mismo momento de su creación. Deuda a añadir por supuesto al 20% propia y motivo por el cual ha tenido que acudir al fondo de liquidez ya que de lo contrario las nóminas de los miles de funcionarios no se pueden pagar.

Desde luego un segundo punto sería el de la moneda, y es que en un momento en que los mercados financieros atizan que da gusto sobre todo lo que se mueve tener dentro de tu comunidad a entidades con más que serios problemas financieros y que han tenido que ser intervenidas con el dinero de gente no sólo de tu comunidad, como es el caso de Catalunya Caixa, o Unnim me resulta harto complicado, así que no sólo no tendría para pagar las nóminas de sus empleados sino también para devolver el dinero a los clientes de sus entidades públicas quebradas que verían esfumarse su dinero como el humo en el aire. El euro de nuestras cuentas ya nunca sería el mismo, sería mucho menor.

También es cierto mencionar la solidaridad catalana con el resto de España, esa mayor aportación a las arcas públicas que de lo que de ellas reciben, pero creo que cualquier comunidad desearía encontrarse en su situación, con grandes multinacionales radicadas en Barcelona como Sony, con grandes empresas de automoción como SEAT y Nissan dando trabajo a ciudadanos de un pueblo y el de al lado, que van a comprar a este pueblo y al otro y gastan el dinero de la industria en los servicios de su comarca. Cataluña da más porque lo genera y lo mueve, su población tiene un mayor nivel de renta y de calidad de vida que otras regiones de España, y si la solución al problema de su deuda y de su incapacidad actual para poder frente a los pagos fuera únicamente esa, la de dar más que recibir, desde luego debería tratarse, el problema es que hay comunidades que dan más y reciben menos y su situación es significativamente mejor, eso antes de pedir hay que mirar.

Cataluña irá a donde quiera ella ir, pero sinceramente creo que el camino dentro de España y dentro de Europa es el mejor de los que ahora mismo, en estos días inciertos que vivimos puede haber. Esperemos que la cordura y el querer hacer las cosas despacio y pensando en el futuro de todos los que vendrán nos lleven a la mejor solución de consenso.



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