Y es que si bien hicimos en estas páginas un imaginario de lo que pudo haber pasado y veíamos cómo en una comida Mike y sus muy pocos y muy poderosos amigos ponían a un subalterno en el sillón de un regulador internacional, hoy hablaremos de la persona encargada de un importantísimo regulador, el B.C.E.
Si echamos la vista atrás veremos a Mario Draghi a la cabeza de Goldman Sachs Europa ayudando a Grecia a "maquillar", digamos, las cuentas para la entrada en el Euro, esta operatoria consistía en empaquetar dentro de productos derivados parte de las emisiones de deuda griega con el objeto de no computar a los efectos de déficit público.
Y llegamos al quid de la cuestión y es que no es difícil razonar que cierta información confidencial sobre las finanzas poco saneadas de un país están en manos de un empresa privada norteamericana, que junto a otros bancos pueden tramar la gran operación financiera de la historia, ya no es hacer caer un Lehman Brothers o un Bear Stearns, sino un país Grecia.
Varios bancos y gestores de hedge funds pueden ponerse a vender a descubierto miles de millones de bonos de un país, y hacer imposible la refinanciación de ese país con la consiguiente quiebra del país y el beneficio ilimitado de los confabulados.
Sinceramente creo que la operatoria de acoso y derribo de algunos países tiene detrás un beneficio económico de unos pocos que manejan los hilos de todo el engranaje financiero mundial, y el B.C.E. es una pieza clave.
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