Hoy ha sido publicado por el Instituto Nacional de Estadística el dato de noviembre sobre concesiones de hipotecas por parte de entidades financieras, y el dato no puede ser más demoledor, un 33,1% menos que hace un año por las mismas fechas.
Dentro de la serie de datos que pueden observarse destacan algunos de ellos por su importancia, mientras que el principal índice de referencia que marca el tipo final a pagar se encuentras en el entorno del 0,6%, el tipo que el consumidor final pagó por su hipoteca en noviembre fue del 4,42%, casi 400 pb de diferencial medio. La conclusión lógica de esto es que si el euribor se sitúa, y no es nada descabellado, sobre el 4,5%, como en el verano de 2008, estos clientes que han suscrito ahora su hipoteca podrían llegar a pagar hasta un 8% o más por su deuda, algo difícilmente pagable.
Estas condiciones tan draconianas impuestas por los bancos vienen dictadas desde la alta dirección, y es que ninguna entidad financiera que busque el beneficio, va a prestar a un particular a un plazo de digamos 20 años, cuando activos del mercado de renta fija, como el bono del estado español le puede rentar en la mitad de tiempo un 5%. Sin olvidar que la garantía del gobierno es infinitamente mayor que la que puede aportar un particular, especialmente en estos tiempos que vivimos.
Es por esto que ya hace tiempo que hablábamos del grifo cerrado y de los años que seguirá así, y la verdad es que las nubes continúan sin disiparse por mucho que las últimas subastas de deuda y datos macros ilusionen al gobierno, la realidad son los 6 millones de personas desempleadas y las decenas de millones con el sueldo recortado y el miedo a perder el trabajo en el cuerpo. Días inciertos.
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