Fue en el primer post de este cuaderno en el que decíamos que el problema de España era un problema de crecimiento, de no existir ya sectores que tiren de la economía y que creen empleo, pues bien, unos meses después debemos sumar un nuevo sector que va a añadir más parados a esa empresa llamada INEM.
Estamos hablando del sector público, ayuntamientos más concretamente, y es que después de buscar 16.000 millones en los ahorros y sueldos de la clase media trabajadora, el gobierno ha descubierto que no es suficiente, que ahora el estado también sobra y que hay que reducirlo o fusionarlo, como los bancos.
Estoy desde luego de acuerdo en que en España sobran funcionarios, ayuntamientos, diputaciones, comunidades y estado central, hay que reconocerlo, son demasiados chupando de una vaca que cada vez da menos leche y por la que no hacen nada. Pero creo que antes de meter mano al funcionario de turno deberían empezar por el político de turno, por esos puestos y cargos creados y puestos a dedo, directores de aeropuertos sin aviones, consejeros con coche oficial y vuelos en preferente.
Es ahi donde deberían comenzar los recortes, y es que al planificar, a diferencia de al construir una casa, se empieza por arriba, se parte de una idea y se llega a las acciones detalladas que hagan funcionar esa idea. Hacerlo al revés en los recortes es cargarse todo un sistema social sin repuesto alguno que lo sustituya, y eso, en estos días inciertos, es una locura.
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